Creo que lo genial de los abogados es que pueden poner desde las leyes hasta los principios fundamentales de la filosofía en su favor.

Al final, creo, se, estoy convencido de que tenemos un espíritu. Un piloto que usa nuestro cuerpo como un avatar de Avatar (LOL) y que necesita purgarse de ciertas cosas para trascender y elevarse en relación a si mismo.
Pero claro, este mundano mundo (?) con sus placeres, colores, olores y dolores nos esclaviza en bajas pasiones que evitan que hagamos lo más básico: Comer sano, dormir temprano y simplemente hacer el bien.

Así de simple es el secreto. Pero que difícil es obrar de acuerdo a él. ¡Que dulcemente horroroso es caer en la tentación!

-noo-

¿Qué será de tu vida, Aramis?